Carta Slow Food


Bra, 20 de noviembre de 2009
A todos los miembros del Movimiento Internacional de Slow Food
A todos los campesinos productores de los alimentos que nutren al mundo
A todos los co-productores del mundo, que se alimentan con maíz en sus mesas
Al Convivium Slow Food Tehuacán Mixteca – Popoloca
A los gobernantes de México
Al pueblo de México

Hace justamente dos años, nos reunimos en la ciudad de Puebla para celebrar nuestro V Congreso Internacional de Slow Food. Escogimos esta ciudad no solamente por la gran riqueza alimentaria, culinaria y gastronómica de la región de Puebla y Oaxaca, sino por ser la cuna del maíz, frijol, amaranto, calabaza, aguacate, chile y otros muchos alimentos que hoy enriquecen la dieta de pueblos de todo el mundo. Al concluir el Congreso, nos reunimos en el valle de Tehuacán – Coxcatlán con familias campesinas popolocas, mixtecas y nahuas, quienes mostraron con orgullo su patrimonio alimentario, elaborado con infinidad de preparaciones con maíces multicolores, que reflejan su riqueza genética.

Apenas hace un mes, el mundo se sorprendió y se alarmó al enterarse que el gobierno mexicano otorgó los primeros permisos para la siembra experimental de maíz transgénico en tierras mexicanas, cuna de la agricultura mesoamericana.
Hoy hacemos un llamado a la colaboración de todo el mundo para defender la gran biodiversidad alimentaria de México, patrimonio de sus pueblos indígenas, que con generosidad han compartido con el mundo entero.

Respaldamos la lucha que los cerca de dos mil miembros de Slow Food en la región Puebla y Oaxaca han emprendido para defender la pureza de los maíces originarios que hoy están siendo gravemente amenazados de contaminación transgénica.

Los transgénicos necesitan latifundios, monocultivos y capitales; están estrechamente condicionados por la utilización de agroquímicos; son hijos de una cultura industrial aplicada a la agricultura que ya se ha demostrado extremamente dañina para los cultivos tradicionales y los saberes a estos ligados, para los pequeños productores agrícolas, para la salud del medio ambiente y de las personas, y finalmente para las economías rurales y locales.

Respetuosamente pedimos a los legisladores y gobernantes mexicanos que reconozcan el grave riesgo en que han colocado a esta insustituible riqueza alimentaria, cuya contaminación sería inevitable e irreversible, por lo que es urgente que asuman su responsabilidad y restablezcan la moratoria en contra de la siembra de maíces transgénicos, cumpliendo con el Principio de Precaución, ante los riesgos inminentes que estos representan.
El movimiento internacional de Slow Food estará muy atento a las decisiones que se tomen y respaldará las acciones que se tomen para proteger este inestimable patrimonio de la humanidad: los maíces originarios. El próximo 10 de diciembre, en todo el mundo celebraremos el Día de Terra Madre, y respaldaremos la defensa del maíz.

Carlo Petrini
Presidente de Slow Food
Slow Food
Via Mendicità Istruita, 14
12042, Bra (Cuneo), Italia
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Fax +39 0 172 421293